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jueves, 3 de marzo de 2011

Con motivo del Dia Internacional de la Mujer.

Queridos seguidores:

La próxima semana se conmemoran 100 años del día Internacional de la Mujer con este motivo se harán múltiples eventos en todo el mundo, mi opinión al respecto es que  en efecto  debemos celebrar los avances que se han logrado respecto a lo que la mujer vivía en el pasado, sin embargo falta mucho por hacer.  Hay que preguntarnos si lo logrado ha valido la pena, si eso es lo que queríamos, si los resultados nos gustan, o si hay que corregir el rumbo. 


Les invito a ver el siguiente  video : 


Además les comparto las siguientes reflexiones:.

Es largo y penoso el camino que han tenido que recorrer las mujeres para  que  se les reconozcan sus derechos humanos.  Es de destacar que durante la Revolución Francesa y la Revolución de Octubre en Rusia fueron ellas según algunos historiadores han afirmado quienes iban a la vanguardia en el estallido de dichas revoluciones y que casi “empujaron” a los hombres a participar en las mismas.
La libertad guiando al pueblo Delacroix
Primero superaron la  resistencia u oposición  por parte de  padres, hermanos y  académicos a que  accedieran a la educación primaria. Cuando se logró que  la mujer fuera aceptada en la  primaria, los  programas académicos estaban orientados a  enseñarle  lo indispensable para su buen desempeño como ama de casa.   Y en algunos casos a  pulirla enseñándole algo de música, literatura, solo para que brindarle  “habilidades” sociales pero se  les excluía del estudio de  la Biología y las Ciencias exactas.  Fue  paso a paso que fueron siendo aceptadas en la educación secundaria, preparatoria , carreras universitarias y postgrados.

La aceptación de la mujer en el ámbito laboral en trabajos tradicionalmente “masculinos”  se dio por necesidad durante el período de la 1ª. Y 2ª. Guerras mundiales  tiempo en el cual  fue necesario que ellas  trabajaran  tanto en la producción del campo, como en oficinas   administrativas  y fábricas de municiones.    Al terminar estos conflictos bélicos, los gobiernos obligaron a las mujeres a que abandonaran sus trabajos en  favor de los hombres que volvían de la guerra y ellas regresaron a sus casas.

Es innegable que  a base de eficiencia, puntualidad, espíritu de servicio, fueron ganando espacios pero además en gran parte  también porque los patrones preferían contratar mujeres ya que tradicionalmente se  les ha  pagado menos que a los hombres.

La lucha más organizada hacia la consecución de un objetivo a la vez   se  dio a través de grandes Asociaciones  que en algunos casos llegaron a tener millones de asociadas y que mantenían  contacto con otras organizaciones similares  a nivel nacional e internacional, se dio desde fines del siglo XIX  y durante todo el siglo XX.

Estos movimientos feministas que lucharon primero por  el acceso a la educación, luego por el derecho al voto, después para conquistar un lugar en el ámbito laboral, artístico o en la política,  fueron apoyados y aprovechados por algunos partidos políticos entre ellos el partido comunista y los resultados de dichos movimientos se fueron adaptando a los intereses de los gobiernos en turno. 

Es básico conocer la historia  para no repetir los errores del pasado.   En todos los países Europeos y de la Unión Soviética en donde se dieron políticas antinatalistas se observó una  reducción gravísima de la población con el consiguiente desequilibrio en la economía nacional por la falta de fuerza de trabajo y la despoblación del territorio nacional que obligó a los gobiernos más adelante a implementar políticas  para incentivar a las mujeres   para  que tuvieran más hijos.

Los promotores del aborto en nuestro país que se dicen de “izquierda moderna y progresista”  se olvidan de que en el  en la Unión Soviética  en tiempos de Stalin en donde se permitió el aborto sin restricción alguna y la disolución del matrimonio por la simple petición unilateral.  Tuvieron que rectificar esa política porque al poco tiempo se dieron cuenta de que estas libertades condujeron a efectos perversos: La inestabilidad matrimonial, el masivo rechazo de los hijos, se multiplicaron los abortos la natalidad cayó peligrosamente y se hizo frecuente el abandono de recién nacidos. Aumentaron los infanticidios y el asesinato de esposas. En efecto, los niños y las mujeres son las primeras víctimas de ese orden de cosas. Los padres renuncian a sus deberes y abandonan el hogar donde a menudo queda una mujer sin recursos. Al grado  de que en 1928 los abortos superaban a los nacimientos en un 1.5 porciento y en abril de 1936 el mismo Stalin decía en el periódico Troud:  “El aborto que destruye la vida es inadmisible en nuestro país. La mujer soviética tiene los mismos derechos que el hombre pero eso no la exime del grande y noble deber que la naturaleza le ha asignado: es madre, da la vida”. 

Aunque todavía falta mucho por hacer, afortunadamente la participación de la mujer actualmente se da en casi todos los ámbitos pero esto hace indispensable que como sociedad  hagamos  una revaloración de la condición  femenina y de  establecer principios claros en  cuanto  a lo que queremos y  debemos defender  las mujeres del siglo XXI.

Promover el respeto a la vida entre las mujeres y hombres de nuestra sociedad.

Promover el respeto a los derechos  de las mujeres  que como seres humanos poseemos. Estos derechos  están incluidos en nuestra constitución y en  los  derechos humanos y son: Derecho a la educación, a la seguridad,  al trabajo, a elegir vocación, a votar y ser votada, a la libertad de expresión, al libre tránsito, a la propiedad, a vivir una vida libre de violencia. En cuanto nuestras características físicas tenemos diferencias obvias y  necesidades distintas, sin embargo esas diferencias son complementarias   para  la procreación  y educación  de nuevos seres humanos pero eso no quiere decir que seamos inferiores aún cuando por una de esas diferencias  seamos más débiles o vulnerables.


Promover que todas las mujeres conozcan y estén en posibilidad de defender sus derechos, ya que desgraciadamente todavía en nuestra sociedad se vive una cultura discriminatoria de lo femenino. Con frecuencia los hombres (esposo, hijos, jefes) abusan del poder que les da su fuerza o autoridad y causan daños patrimoniales, psicológicos o físicos a las mujeres y a los niños que conviven con ellos. 

Familia y Estado deberán trabajar coordinadamente a nivel de educación secundaria para informar adecuadamente a las mujeres  de las diferentes obligaciones y privilegios de cada vocación, (matrimonio, la soltería o la vida religiosa)  para ayudarles a que con toda  libertad, elijan su   vocación de acuerdo a su propio interés.

También de común acuerdo con los padres de familia, deberá proporcionar una adecuada educación sexual de manera progresiva a niños y niñas desde su más tierna infancia hasta la juventud, ya que por falta de información y formación adecuadas, en cuanto a esto se refiere,   en muchas ocasiones se toman decisiones equivocadas   o se es víctima de atropellos  a la integridad física o moral  de la persona  con graves consecuencias  que pueden alterar su vida para siempre. Hay que enseñarles a respetar y hacerse respetar por todos y todas, aún que sean familiares cercanos, maestros, vecinos, amigos, etc., ya que estadísticamente se sabe  que  muchas de las violaciones se dan por exceso de confianza de los padres al dejar sin vigilancia a sus hijos con parientes o vecinos.

Fortalecer el programa de apoyo a las mujeres embarazadas.  Aunque para bien de sí misma y de la sociedad  es mejor que NO tenga relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio ya que un embarazo no deseado es una carga muy pesada de sobrellevar y que en muchas ocasiones da al traste con el plan de vida de la mujer principalmente.  Pero si por algún motivo quedase embarazada fuera del matrimonio; la familia, la sociedad y el estado deberán auxiliarla para que ese embarazo llegue a buen término, evitando que por desesperación  la mujer aborte su criatura. Apoyándola moral y materialmente para que ese niño nazca en un ambiente de amor y no de odio y desesperación.

La maternidad no puede ser motivo de discriminación y debe ser atendida debidamente, las mujeres tiene derecho a:
  • Ser protegidas durante sus embarazos y en el ejercicio de  su maternidad.
  • Ser atendidas por el personal de salud, en caso de enfermedad, de embarazo, de parto, con respeto y cuidado  y de acuerdo con sus necesidades.
  • Ser consultadas sobre si desean que se les aplique un método anticonceptivo y ser respetadas cualquiera que sea su decisión al respecto.
  • Exigir que sus derechos laborales no queden condicionados por la renuncia a la maternidad, es decir que no se les niegue algún trabajo que soliciten, ni se les despida del que ya tengan, por estar embarazadas.
  • Tener dos descansos de media hora cada uno durante la jornada de trabajo para alimentar a los niños lactantes.
  • Gozar con la percepción de un salario íntegro de seis semanas de descanso anteriores y seis posteriores al parto para reponerse y atender a los recién nacidos.
  • Recibir las prestaciones que le otorguen a las madres las normas específicas y los contratos colectivos de trabajo.

Crear conciencia entre los empresarios para que brinden oportunidades de trabajo a las mujeres embarazadas. Sostenemos que la condición femenina no debe ser pretexto para negar a la mujer trabajos dignos ni para darle un trato  discriminatorio en materia laboral.
  • Deben ser respetadas en su trabajo, no ser objeto de acoso sexual y denunciar a quien les cause un perjuicio laboral por no responder afirmativamente a sus demandas sexuales.
  • Recibir un salario igual que los hombres por igual trabajo.
  • Obtener  y conservar su empleo sin que ello se condicione a que renuncie al matrimonio.

En este tiempo en el que imperan el  hedonismo y el egoísmo y el individualismo, hombres y mujeres han venido retrasando o a veces hasta descartando el matrimonio como una opción para  su plan de vida, con ello  se  presentan cada vez más  madres y padres solteros. Algunas mujeres han llegado a proclamar “hijos sí, marido no”.  Lo cual es totalmente egoísta , piensan en ellas solamente cuando desean  colmar su instinto maternal  pero no piensan en el niño que  al crecer sin la figura paterna,  sufre  y altera en muchas ocasiones su equilibrio mental.

Además con los avances en la medicina que permiten la fecundación “in vitro”,  la fecundación artificial en general, e incluso la clonación, se  han dado y se seguirán presentando situaciones poco éticas  de  manejo inadecuado de embriones e incluso los más aberrantes de tratar de manipular la genética de los seres humanos  con el pretexto de buscar la cura para algunas enfermedades.  Atentando contra la misma naturaleza de la especie humana.    

Las mujeres hemos sido privilegiadas por Dios  quien nos otorgó la  misión  de ser madres  y  para ello nos dotó de características físicas y espirituales especiales que facilitaran  la labor de crianza y educación de los nuevos seres humanos, pero  la propaganda   de “liberación femenina” que ha sido mal orientada y  acogida por muchas como  su “derecho” a  elegir  sobre su cuerpo, las ha hecho pensar que  tienen derecho a elegir sobre el cuerpo de sus bebés y esto es total y absolutamente falso.

Muchas mujeres alegan que no tienen vocación de madres.  La solución es muy simple que no tengan  relaciones sexuales.  Cada privilegio implica una obligación y una responsabilidad. Una persona madura asume las consecuencias de  sus decisiones y de sus actos.  Ahora que se habla mucho de los derechos del hombre, de la mujer, del niño, se ha insistido SOLO en los derechos   y se defienden a capa y espada, pero no se acepta  ni se  cumple ninguna  obligación.  Todavía más, el mal uso de la libertad de expresión a llevado a que se escuche y se vea cualquier barbaridad   en canciones,  revistas, películas e Internet  y esto ha llevado a un  libertinaje sexual e incluso a aberraciones tremendas,  todo se vale, todo está bien  y como en muchos casos hay un total abandono o confusión de valores, ya no se tiene respeto por nada, por ello se han dado tantos  crímenes de pederastia, violaciones, y homosexualidad,   todo  en nombre del “progreso y  la liberación” conduciendo así a  depravar las sociedades y los pueblos.

La mujer profesionista  puede ser la más brillante, la más dedicada, la mejor en su trabajo, pero en ese trabajo  siempre es sustituible por otra persona. Sin embargo en la única labor en la que nadie la puede reemplazar es en la de  brindar  el amor, la atención y   cuidados necesarios y suficientes  para  sembrar en sus hijos las virtudes, la autoestima, el respeto a sí mismos y a los demás,  el deseo de superación, el gusto por la vida sana y por el bien.  Esto no se consigue viendo a los niños solo en las comidas y los fines de semana.  Esto se da solo con el trato  y vigilancia  continuas  sobre todo durante los primeros años de vida del niño es por ello que:

Propongo  fortalecer a la familia como célula base de la sociedad en donde la pareja compuesta por un hombre y una mujer, unida libremente en matrimonio por amor, construya y disfrute de armoniosas relaciones se apoye mutuamente  en el crecimiento personal, en la educación y mantenimiento de los hijos, enseñándoles con el ejemplo el amor a Dios y a su prójimo, a cultivar las virtudes humanas,  a respetar la vida, a cuidar los recursos naturales y a trabajar por el bien común primero de la familia, de la comunidad y de su patria.

Promover que  las  mujeres:
  • Sean respetadas, cuidadas y tomadas en cuenta de la misma manera que los hombres.
  • Puedan  expresar sus opiniones, necesidades físicas, emocionales, intelectuales y sexuales,  y  que sean consideradas importantes y satisfechas de la misma forma que las de su pareja.
  • Puedan tratar en paz los asuntos que interesen a ambos miembros de la pareja para procurar que las decisiones relativas a ellos sean tomadas de común acuerdo.  Por ejemplo aquellas  que tienen que ver con su trabajo, el número y espaciamiento de los hijos, los estudios y el tiempo libre.
  • Sean respetadas física,  sexual y psicológicamente; no ser humilladas, ridiculizadas o menospreciadas, ni en público ni en la intimidad.
  • Puedan defenderse de las agresiones y defender a sus hijos.  Para lo cual han de poder denunciar dichas agresiones ante las autoridades y exigir protección y justicia.

Más del 20% de las mujeres son cabeza de familia por ello el Estado debe procurar  que haya suficientes espacios en las empresas donde  la mujer pueda tener bien cuidados a sus hijos.  Para evitar  que ante la necesidad de trabajar los hijos se queden sin la vigilancia apropiada de un adulto responsable lo cual  ha conducido a múltiples males, tales como:

  • Hijos que no obedecen a sus padres ni a sus maestros.
  • Niños en la calle o embrutecidos con los videojuegos o la televisión.
  • Accidentes en el hogar
  • Violaciones
  • Esposos desobligados, alcoholismo, drogadicción, violencia, homosexualismo.
  • Estrés excesivo en la mujer que conduce a muchas enfermedades.
  • Infidelidad
  • Hogares desintegrados.

Promover  y facilitar que  el  que las mujeres continúen preparándose  integralmente para  poder educar mejor a sus hijos,  hacer frente cuando su esposo no tenga trabajo o en caso de quedar viuda.

Fortalecer y aumentar los Fondos que se crearon para  apoyar al las mujeres a que creen su propia empresa.

Fortalecer los valores de cooperación  solidaridad  y tolerancia  para todos los miembros de la sociedad.  Para  que aprendan a compartir los trabajos de la casa, y estar pendientes de todos sus integrantes de la misma.

Promover que haya  flexibilidad en los horarios de las empresas para que la mujer pueda trabajar por horas   o  en labores que pueda desarrollar en su misma casa.

Promover una  adecuada preparación  para el matrimonio desde la etapa de secundaria que permita a los futuros cónyuges a  aprender a vivir   los valores de el  respeto,  la tolerancia y el perdón,  para que se aprenda a  procurar la armonía en la vida en común con el esposo evitando así separaciones  por motivos superfluos que conducen a males mayores.

Promover la mediación familiar para la resolución pacífica de conflictos  cuando no exista violencia física de por medio  y mejorar la comunicación entre los miembros de la familia.

Promover  apoyo gubernamental por parte del Instituto Sonorense de la mujer o del Sistema DIF para aquellas mujeres  abandonadas o en el caso de que  su  esposo viviendo en el domicilio conyugal no cumpla con las responsabilidades  de manutención de los hijos para que  puedan:
  • Demandar pensión alimenticia de ella y sus hijos.
  • Reclamar ante un juez civil el reconocimiento de la paternidad cuando el padre de un hijo suyo se niegue a reconocerlo.
  • Solicitar la entrega del 50% de los bienes conyugales y disponer de su parte aún cuando no demanden el divorcio.
  • Demandar la separación de bienes conyugales y disponer de su parte, aún cuando no demanden el divorcio.
  • Pedir que se declare cual es el patrimonio familiar que no podrá enajenarse ni embargarse, aunque el esposo enajene sus bienes o sea embargado.
  • Conservar la custodia de sus hijos menores de edad.

Promover que existan empleos y oportunidades para mujeres en la etapa de 40 y más, ya que es una etapa totalmente productiva debido al avance de la medicina y la aplicación de medidas adecuadas de higiene  han aumentado notablemente  la esperanza de vida de la mujer hasta 75 años promedio, esto le permite, poder  dedicar la adolescencia a su propia formación, la juventud al trabajo y realización profesional, seguido  si así lo decide de  la etapa del matrimonio,  procreación  y formación de  sus hijos, para posteriormente cuando hayan crecido retomar su profesión,  hacer  estudios adicionales  o el establecimiento de un negocio propio. 

Espero que estas reflexiones sirvan para revalorar nuestras actividades y sepamos corregir el rumbo en caso de haberlo extraviado.


Por:  Ma. Antonieta Noriega.

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